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La extinción del Pérmico superior

La extinción del Pérmico superior

La Extinción del Pérmico Superior, también conocida como la extinción del Pérmico-Triásico o, de madera informal, la Gran Mortandad, fue una extinción masiva que tuvo lugar a nivel global hace aproximadamente 252 Ma (millones de años). Es el evento que marca el final de la Era Paleozoica y, además, la mayor extinción acaecida en nuestro planeta en los últimos 600 Ma. En ella desaparecieron entre un 80% y 95% de todas las especies que habitaban la Tierra (Fig. 1).

Cuando sucedió

Este evento de extinción que se produjo en dos fases: la primera y más importante tuvo lugar hace 252 Ma, es decir, a finales del Pérmico, marcando así también el fin del Paleozoico y el inicio de la Era Mesozoica. El epílogo de este primer episodio de extinción tuvo lugar a principios del Triásico Inferior, casi inmediatamente después del primero (unos miles de años más tarde). La duración del evento es otra de las características más impactantes del mismo, teniendo en cuenta la magnitud que tuvo en cuanto a desaparición de especies: según las investigaciones más recientes se estima que los distintos ecosistemas colapsaron en menos de un millón de años.

Qué sucedió

Este gran evento de extinción masiva es sobre todo un proceso de interacción y co-evolución entre la geosfera y la biosfera. Cuando se inició el Pérmico, en nuestro planeta aún se sentían los efectos de la última glaciación acaecida, habiendo aún presencia de casquetes polares. Sin embargo, la unificación de las grandes masas continentales, que había comenzado durante el Carbonífero, empezó a ensamblar lo que sería el supercontinente conocido como Pangea, y que desencadenó una serie de cambios drásticos en el medio.

-Cambios en las corrientes marinas y los vientos al quedar toda la masa continental agrupada con grandes cadenas montañosas de gran altitud.

-El aislamiento térmico de la superficie continental que, poco a poco, se desertificó y favoreció la destrucción de la vegetación lo que, a su vez, permite que el proceso de desertificación se intensifique al no haber una cobertera vegetal que proteja los suelos fértiles.

-Reducción de la línea de costa y una gran bajada del nivel del mar que condujo a la desaparición de las grandes extensiones de mares someros, limitando el espacio en el que los ecosistemas de costa pueden desarrollarse. Tras la regresión, le siguió una muy rápida transgresión provocada por el “abombamiento” de la corteza en cuanto se formó una pluma mantélica, origen de la actividad volcánica intra-continental.

-Reducción en el número de dorsales medio-oceánicas y, a su vez, desarrollo de un gran vulcanismo continental. Las grandes provincias ígneas

provincias ígneas

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Província ígnea: Gran Provincia Ígnea (GPI), también conocida en inglés cómo “Large igneous province”, o LIP, es una gran acumulación de rocas ígneas (áreas de más de 100.000 km²), tanto rocas intrusivas como extrusivas, que surgen cuando el magma sale hacia la superficie debido en un intervalo de tiempo geológicamente muy corto (de pocos millones de años o menos). Son fundamentalmente diferentes de cualquier otro volcán o sistema volcánico actualmente activo.

de Emeishan y Siberia, de hecho, se formaron en esta época (259 – 251 Ma) a partir de la pluma mantélica anteriormente mencionada. A parte de los basaltos, también se expulsaron a la atmósfera grandes cantidades de gases de efecto invernadero (CO2, CH4 (metano), y óxidos de nitrógeno) que condujeron a un calentamiento global. Los niveles de O2 en la atmófera, además, cayeron abruptamente de un 30% a un 13% en cuestión de 20.000 años, un lapso de tiempo muy corto desde un punto de vista geológico. Los océanos también vieron sus niveles de oxígenos drásticamente mermados (anoxia), así como una acidificación de las aguas por el aporte extremo de CO2 provocando el colapso de los ecosistemas marinos (Fig. 2).

Ante todo, cabe destacar que fue un evento de extinción muy “rápido”, pues los estudios revelaron que tomó menos de un millón de años en provocar la desaparición de 95% de especies, 82% de géneros y más del 50% de familias. La recuperación de la biodiversidad durante el Triásico fue, además, extremadamente lenta.


Por qué sucedió

Actualmente las causas que llevaron a la extinción a más del 90% de las especies que habitaban la Tierra está aún en discusión. Esta extinción masiva fue condicionada por la sucesión de varios eventos geológicos que interactuaron entre sí, incrementando los efectos negativos sobre los ecosistemas. Se barajan varias hipótesis, anteriormente mencionadas, entre las que destaca, sobre todo, la masiva actividad volcánica continental como el suceso clave (Fig. 3).

El ensamblado casi total de Pangea a mediados del Pérmico tampoco contribuyó a construir un clima favorable para la diversidad de la biota. Los ecosistemas de próximos a la costa se vieron limitados espacialmente como hemos visto anteriormente, y las extensas áreas continentales, alejadas del efecto de regulación térmica de los océanos, desarrollaron climas cada vez más áridos, abundando las zonas desérticas.

Lo que está claro, al menos, es que hubo una serie de cambios ambientales globales tan drásticos y en un lapso de tiempo tan breve (un calentamiento global, niveles muy bajos de oxígen, presencia de gases de efecto invernadero… etc) que la gran mayoría de los organismos existentes vieron totalmente alterada su forma de vida, no pudiendo adaptarse a dichas condiciones.

Cómo lo sabemos

El estudio científico de este evento se trata de un trabajo fundamentalmente interdisciplinar (que requiere de muchas ramas de la ciencia) que aporten diferentes pistas que, juntas, constituirán las hipótesis y teorías finales. Para este evento tenemos principalmente los siguientes enfoques:

Estudios paleoestratigráficos, cuyo objetivo es el de reconstruir los ecosistemas y las condiciones en las que éstos se desarrollaron a lo largo del tiempo geológico.

Paleofisiología, que se centra en el estudio de los mecanismos de adaptación de los organismos a lo largo de la historia frente a estresores y cambios ambientales.

Por último, se necesitan también de dataciones radiométricas y estudios de isótopos, que aportan la edad en la que vivieron las diferentes especies y cuándo se produjeron los cambios ambientales que las afectaron.

Información adicional

Paleogeografía

Cuando el Pérmico comenzó, la Tierra todavía sentía los efectos de la última glaciación, por lo que las regiones polares estaban cubiertas por vastas capas de hielo. Hacia mediados y finales del Pérmico fue cuando se produjo el ensamblado prácticamente total de Pangea en una sola masa continental gigante (súpercontinente)

Nivel del mar

El nivel del mar en el Pérmico se mantuvo por lo general bajo, sin embargo, a finales del Pérmico el nivel sufre un gran descenso (regresión), seguido de un ascenso muy rápido (transgresión) que contribuyeron, junto con el descenso de los niveles de O2 en el agua, a la formación de océanos estratificados anóxicos.

Temperatura

Hacia mitad del período Pérmico, el clima en el interior de las masas continentales se hizo progresivamente más seco. El interior de Pangea sería la zona más árida, con grandes fluctuaciones estacionales.

La actividad volcánica continental que formó las Provincias Ígneas, supusieron un aporte enorme de gases de efecto invernadero que condujeron a un aumento de las temperaturas de forma generalizada.

Por último, hubo una bajada temporal de las temperaturas debido a un “invierno volcánico”, provocado por la presencia de gases y ceniza volcánica en las capas altas de la atmósfera, impidiendo la entrada de radiación solar durante un lapso de entre 10 y 1000 años.